El currículo
actual, necesita una reestructuración global, cambiar la forma de educar y
además de reformar la manera de impartir el aprendizaje.
Esta
renovada institución educativa, y esta nueva forma de educar, requieren una
re-conceptualización importante de la profesión docente y una asunción de
nuevas competencias profesionales en el marco de un conocimiento pedagógico,
científico y cultural revisado. Es decir, la nueva era requiere un profesional
de la educación distinto. (Inbernòn, pág. 3)
Esto se
logrará por medio de la educación, ya que es este el camino que lleva a la
libertad del hombre y a tomar sus propias decisiones democráticas, siempre
creando un pensamiento crítico y analítico en el alumno, para que pueda
interpretar lo que sucede en el ámbito educativo y así pueda convertirse en un
mediador para cambiar la sociedad en la cual nos encontramos, cuando ya sea
todo un profesional.